A corto plazo, las especies endémicas de Ciudad Guayana, enfrentarán disminuciones poblacionales debido a la pérdida de hábitat por deforestación y minería, así como al aislamiento generado por la fragmentación (Primack, 2012). A largo plazo, los cambios climáticos acelerarán estos impactos, afectando ciclos de reproducción y migración (Odum & Barrett, 2005). Según investigaciones en Journal of Environmental Management (Guerra et al., 2020), la reducción del tamaño poblacional limitará la variabilidad genética, disminuyendo la capacidad adaptativa frente a perturbaciones ambientales.
Para mitigar estos efectos, es esencial aplicar estrategias basadas en principios evolutivos, como conservar la diversidad genética, restaurar corredores ecológicos que permitan el flujo genético y proteger microhábitats críticos (Aronson et al., 2011). Además, se recomienda promover la reforestación ecológica utilizando especies nativas y fortalecer programas de conservación in situ y ex situ. La inclusión de comunidades locales en la gestión de áreas protegidas es fundamental para garantizar el éxito de estas acciones, considerando su conocimiento tradicional (Guerra et al., 2020).
Estas medidas integradas podrían sostener la biodiversidad única de la región, promoviendo la resiliencia ecológica frente a cambios futuros.
Referencias.
Aronson, & Milton, S. J. (2011). Restoration of ecosystem services for environmental markets. Ecological Engineering, 37(2), 260–270. https://doi.org/10.1016/j.ecoleng.2010.09.006
Guerra, C. A., & Metzger, M. J. (2020). An assessment of the ecosystem services approach across conservation, policy and academia. Journal of Environmental Management, 261, 110360. https://doi.org/10.1016/j.jenvman.2020.110360
Primack, R. B. (2012). A primer of conservation biology (5th ed.). Sinauer Associates.