Para Aristóteles, la comunicación se define como el proceso de prestación, cuyo objetivo principal es influir en la audiencia para que adopte la perspectiva del orador. Es decir, al comunicarnos plasmamos nuestras ideas y puntos de vista, no solo en el hablar, sino también con mimicas corporales, al escribir también nos comunicamos. Para tener una buena comunicación es necesario tener en cuenta que la base fundamental es un buen contexto y fluidez del diálogo, ser precisos al momento de expresar una idea, para que el receptor pueda entender nuestro enfoque de la forma más compleja a través de la lógica, seguridad, confianza, credibilidad y conexión emocional.
Una buena comunicación está compuesta por los siguientes elementos: emisor, canal, mensaje y receptor.
Referencias:
https://cv.uoc.edu/UOC/a/moduls/90/90_332/web/main/m4/web/main/m1/2.html
Cruz Marcano
C.I: 27.730.160
Sección: 03.